Astenia primaveral en las Personas Mayores
Con la llegada de la primavera es habitual que la mayoría de la población sufra la llamada astenia primaveral.
La astenia es un trastorno que perdura en el tiempo y que está caracterizada por una sensación de desmotivación, debilidad, falta de vitalidad, alteraciones del humor, cansancio, apatía… Pero, ¿por qué se producen realmente estos cambios?; ¿por qué tarda tanto el cuerpo en acostumbrarse?
La verdad es que la comunidad científica no se pone de acuerdo en si es una enfermedad o no, y si necesita en su caso tratamiento. Sí parece que están convencidos de que los cambios de horario (adelantar la hora), las modificaciones ambientales (como la presión atmosférica y otras condiciones de luz), la adopción de otras rutinas, por el buen tiempo y que anoche más tarde, puede alterar el organismo haciendo disminuir la producción de endorfinas, que son las hormonas del bienestar.
¿Qué podemos hacer para, en el caso de sufrirlo, llevarlo con la mejor de nuestras sonrisas? ¿Debemos medicarnos o acudir a nuestro médico de cabecera? Para la mayoría de los profesionales de la medicina, lo principal es no auto medicarse en ninguna circunstancia y acudir a la consulta médica si existiera algún síntoma. Por supuesto, dormir las horas adecuadas, comer saludablemente, hacer una dieta equilibrada y mantener unos horarios fijos, (pese a que siga habiendo luz natural) son algunas de las recomendaciones que nos ofrecen en caso de padecer astenia primaveral. Buscar alguna actividad para intentar superar la sensación de cansancio y falta de energía y realizar actividades que resulten placenteras, eleva el ánimo y se combate más eficazmente el periodo transitorio de tristeza primaveral.
Ni que decir tiene que la paciencia y mantener un espíritu positivo ayuda a superar estos síntomas y a ver la vida de otro color, sin importar la estación en la que estemos.