¿Conoces los síntomas de la deshidratación en ancianos?
Con el frío llega el peligro de la deshidratación en las Personas Mayores. La bajada de la temperatura corporal hace que disminuya considerablemente la sensación de tener sed, la necesidad de beber.
Esta sensación aumenta peligrosamente en la tercera edad, ya que por lo general, con el paso de los años disminuye la necesidad de beber. Conforme se envejece el contenido del agua en el cuerpo disminuye y el riesgo de deshidratación aumenta, por lo que las consecuencias se tornan aún más serias. Además, numerosos estudios muestran que los ancianos en general, no consumen cantidades adecuadas y suficientes de líquidos que les permitiría mantener una adecuada hidratación.
La deshidratación en Personas Mayoresse ha asociado peligrosamente con un aumento de las tasas de mortalidad entre los pacientes hospitalizados de más edad. Este hecho puede precipitar la hospitalización de emergencia, así como aumentar el riesgo de repetidas estancias en el hospital.
Diversos estudios comparativos entre personas jóvenes y personas mayores en situaciones de privación de agua, determinan que al final del periodo, los ancianos consumen una menor cantidad de agua que los jóvenes.
Estos problemas de deshidratación pueden aumentar por la existencia de incapacidades físicas y cognitivas que limiten el acceso al consumo de agua.
También, el uso de numerosos medicamentos produce efectos secundarios adversos que alteran la sensación de sed o promueven la diuresis favoreciendo, así, una deshidratación.
Otras enfermedades como el delirio o la demencia pueden alterar el consumo de líquidos.
Principales síntomas de la deshidratación
Uno de los primeros síntomas es sequedad en las mucosas y en la piel. En segundo lugar, es muy posible que aparezca estreñimiento y disminución de la orina.
Si la deshidratación es más grave se puede notar en una disminución de peso brusco, en que la orina adquiere un tono más oscuro, aumenta la somnolencia, incluso a tener fatiga en todo el cuerpo.
Lo ideal es consumir de 1,5 l a 2 l de líquido diario: leche, agua, zumos…
¿Qué hacer contra la deshidratación?
El tratamiento más efectivo contra la deshidratación es prevenirla.
Si se hace ejercicio y se suda mucho, se debe aumentar la ingesta de líquidos.
Lo mismo ocurre cuando se tiene fiebre, diarrea o vómitos. No se debe cometer el error de pensar que beber menos evita los vómitos o la diarrea.
Y sobre todo…BEBER AUNQUE NO SE TENGA SED
Como podemos ver, una buena hidratación es fundamental para mantener una buena salud y por tanto una inmejorable calidad de vida.