¿En qué consiste la incapacitación judicial?
Cada vez se ven más los casos en las noticias de hijos, hermanos, cónyuges… o incluso el Ministerio Fiscal que, ante una decisión polémica que puede provocar desencuentros entre los miembros de la familia, como la redacción del testamento, contraer matrimonio a una edad anciana o poner algún bien a nombre de alguien; y la consideración de que la capacidad de decisión de esa persona es inexistente o está mermada, deciden recurrir a la incapacitación judicial de la persona en cuestión como último recurso, sobre todo, en la actualidad ya que la esperanza de vida ha crecido considerablemente y sigue aumentando. Pero ¿sabes en qué consiste?
En primer lugar se debe hacer un dictamen o examen pericial médico acordado por el tribunal con el fin de demostrar que la persona mayor no tiene capacidades físicas ni mentales para tomar ciertas decisiones o cuidar de sí misma.
Siempre hay que tener presente que el objetivo de esta incapacitación es proteger a la persona mayor y evitar que se perjudique a sí mismo.
Tras el examen médico, el tribunal dictará o no una sentencia que ratifique que la persona en cuestión no puede gobernar su propia vida; de la misma manera, en esa sentencia se nombrará un tutor responsable de la persona mayor y que se encargará de administrar sus bienes y sus necesidades; normalmente este tutor legal suele ser un familiar directo.
Algunas causas por las que se puede declarar la incapacitación judicial:
- Demencia
- Esquizofrenia
- Paranoia
- Depresión
- Deficiencias orgánicas o bipolares
Limitaciones de una persona incapacitada judicialmente:
- Se bloquean sus cuentas bancarias
- Se le puede internar en contra de su voluntad.
- Sus bienes serán administrados por el tutor.
- No podrá contraer matrimonio si no se lo autorizan, ni comprar, vender, contratar personal, hacer un testamento…