¿Cuál es la mejor herencia?
“Si somos lo que poseemos y lo que poseemos lo perdemos, entonces ¿quiénes somos?
Esta pregunta es la que me surge cuando las personas que piensan que sus vidas consisten en la abundancia de sus posesiones.
Si eres lo que eres con lo que posees, cuando pierdes tus posesiones, no te queda nada. Si quieres ver lo que en realidad posees y lo que eres en realidad, haz cuentas de todo lo que tiene que el dinero no puede comprar, ni la muerte le pueda arrebatar y entonces sabrás cuáles son sus verdaderas riquezas. La propiedad privada surge del fundamento filosófico que indica que el ser humano es un ser que tiene por naturaleza. Sólo el hombre posee, ya que transforma y usa lo material y crea un nuevo valor que antes no existía.
Trabajar en Grupo Retiro me ha hecho pensar sobre ello.
Cuando converso con personas mayores de 65 años sobre el privilegio de ser propietarios, soy consciente de cómo han sido educadas, pues otorgan un gran valor a sus bienes inmuebles con el fin de poder dejarles la herencia a sus descendientes o seres queridos. Les da que pensar qué tipo de recurso elegir, si Hipoteca Inversa o Renta Vitalicia, pues entran en juego lo que sus hijos puedan o no pensar de ellos. Actualmente, la dificl situación socioeconómica por la que atraviesan numerosas familias ha propiciado que, en algunos casos, los padres decidan ayudar en vida a sus descendientes, que ahora más que nunca necesitan una ayuda para seguir adelante y los hijos aceptan la decisión. La sociedad poco a poco va cambiando de forma de pensar, no tiene sentido que tengamos propiedades sin capitalizar, si nuestro día a día se nos hace difícil y cada vez son más los mayores de 65 años que apuestan por disfrutar de la máxima calidad de vida rentabilizando al máximo su vivienda.
La mejor herencia que podemos dejar a nuestros seres queridos es
- Amor:porque el amor es vida
y en vida hay que querer y demostrar lo que sentimos a quienes queremos. - Perseverancia: porque es la capacidad para continuar y seguir adelante a pesar de las dificultades, los obstáculos, la frustración, el desánimo, el aburrimiento, o la tendencia o los deseos de rendirse o abandonar ante una situación. Las personas perseverantes tienen una alta autoestima y una alta capacidad de autocontrol.
Lo que sí es cierto, es que no podemos dar lo que no tenemos.
Joana Ruiz Murillo
Colaboradora Grupo Retiro Barcelona