¿De dónde sale el dinero de las pensiones?

¿De dónde sale el dinero de las pensiones?

El vaivén de las subidas y bajadas de pensiones es un tema de constante actualidad debido a que la “hucha” de las pensiones está prácticamente vacía.

El Gobierno, en los Presupuestos Generales del Estado de 2018, aprobó una pequeña subida de las pensiones. Aparentemente, fue una gran noticia para todos los jubilados, pero las consecuencias de esa acción vienen ahora.

El Ejecutivo plantea hacer una nueva subida de impuestos para poder asegurar el pago de las pensiones a medio plazo. Según los expertos, un aumento de impuestos o la creación de otros nuevos no es la solución para volver a llenar la “hucha”.
Para entender mejor la procedencia del dinero que se destina al pago de las pensiones, vamos a desglosar los factores de los que dependen el gasto y los ingresos. Para comenzar, el primer punto a aclarar es que el núcleo de este asunto se establece en torno al empleo y no en los impuestos.

 

Factores de los que dependen las pensiones

El gasto en pensiones depende de:

La demografía: el número de personas jubiladas es mayor que la parte de población que está cotizando en la Seguridad Social; es decir, la tasa de dependencia es cada vez mayor.

Mercado de trabajo, cuanta menor parte de la población se encuentre en posesión de un contrato laboral, menor será el PIB y mayor el gasto en pensiones.

La tasa de sustitución, mide el porcentaje de cobertura que tienen las pensiones sobre el sueldo antes de jubilarse. Cuanta más elevada sea la tasa, menor pérdida de poder adquisitivo se produce con la jubilación, por lo tanto mayor será el gasto en pensiones. Si la tasa de sustitución fuese del 100%, se cobraría el 100% de los ingresos anteriores en activo. En España, con un salario medio, está en el 82%; en la Unión Europea, en el 59%.

 

Los ingresos de las pensiones dependen de:

Cotizaciones sociales: contribuciones obligatorias pagadas por los empresarios y por los trabajadores a la Seguridad Social. Suponen aproximadamente un 85% del total de los recursos.

Transferencias del Estado: con ellas se pagan las pensiones no contributivas y los complementos a mínimos que desde el año 2013 se financian con impuestos generales.

 

El gran problema es que el sistema público de pensiones arrastra desde el año 2007 un déficit de 18.000 millones de euros, provocado por el incremento de los gastos y la reducción de los ingresos.

Las cotizaciones sociales ya tienen un nivel elevado y, si suben, perjudican la creación de empleo. Por lo tanto, no es una opción viable para aumentar el ingreso en la partida de las pensiones.

La deuda pública tiene que reducirse porque ya ha alcanzado casi del 100% del PIB y supone alrededor de 30.000 millones de euros del presupuesto cada año en intereses. Si suben los tipos de interés, esta cifra aumentará.

Por lo tanto, lo principal es aumentar el empleo y la productividad. Ponemos un ejemplo con cifras: si la tasa de empleo fuese del 80% en lugar del 56% actual, el déficit de las pensiones se reduciría un 60% y aún quedaría un desajuste de 7.000 millones de euros para financiar con fondos de los presupuestos.

En cuanto a la productividad, sigue baja. La tasa real promedio es del 1,6% frente al crecimiento de la pensión media del 1,8%. Se ha  demostrado que un aumento de la productividad permite pensiones más altas. Otro aspecto a tener en cuenta es que el aumento del consumo lleva al aumento de la productividad.

 

Como se puede comprobar, el futuro de las pensiones es impredecible con tendencia a empeorar la situación. Por ello, desde Grupo Retiro os aconsejamos valorar otras alternativas complementarias para poder aseguraros una jubilación digna y sin sobresaltos. Podéis contactar con nosotros y nuestros agentes os resolverán todas las dudas que os surjan sobre las diferentes opciones que ofrecemos.

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