El estilo de vida de nuestros mayores
Aunque es perfectamente normal ir perdiendo concentración y memoria con el paso de los años como parte del proceso normal de envejecimiento, del mismo modo, en algunas personas es posible desarrollar un tipo de desgaste más profundo y marcado, como la demencia senil, caracterizada por la pérdida y deterioro progresivos de funciones mentales como la memoria, el conocimiento, el lenguaje y la percepción, al punto de que llegue a interferir seriamente con las actividades de la vida diaria y que llegue a culminar en el olvido total de uno mismo y en la pérdida de todas las facultades físicas.
Es difícil determinar cuándo el simple deterioro cognoscitivo leve se transforma en algo más destructivo e irreversible como la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia.
Mientras no llega ese momento, el estilo de vida de nuestros mayores ha de ser observado y deben ser valoradas sus necesidades a partir de ciertas alertas que los cuidadores obtienen a diario (cuidadores informales y formales).
Se ha de fomentar el llevar a cabo unas pautas diarias para crear a la persona mayor un condicionamiento positivo y también se ha de motivar a que apliquen una serie de terapias con el fin de hacerles sentir importantes en nuestras vidas. Entre éstas destacan:
Con la edad las personas mayores tienen cambios de humor y conductas irascibles, por lo que debemos intervenir en la modificación de estas conductas.
Es muy importante realizar ejercicio físico a diario.
Los masajes y el tacto son muy importantes para las personas mayores, ya que se sienten cuidadas mediante éstos y les estimula.
Han de poder realizar a diario juegos en grupo y manualidades dando lugar a sentirse partícipes del grupo.
La terapia de té o café es muy necesaria, acompañada de algún dulce.
Es muy positivo que en un ambiente acogedor y familiar se rememoren situaciones agradables en la historia de la persona (reminiscencia)
Los abrazos son muy importantes. Muestran afecto por la persona mayor y apoyo emocional.
Asistir a la peluquería y al barbero con cierta frecuencia, mantiene la autoestima y sentimiento de utilidad en las personas mayores.
Y el uso de medicación placebo reduce los síntomas sin necesidad de medicación farmacológica.
Lo más importante es que el grado de satisfacción de la persona mayor sea alto durante todo el proceso de envejecimiento.
No podemos olvidar que un día no muy lejano todos llegaremos a ser mayores, lo queramos o no.
Joana Ruiz Murillo
Delegada de Grupo Retiro en Cataluña