Envejecimiento activo

Envejecer es un proceso inevitable, pero podemos hacer muchas cosas para envejecer con ánimo, alegría y buen humor. En primer lugar, hemos de ser conscientes de que la vejez hay que prepararla con tiempo. No podemos llegar a los setenta y cinco años y decirnos. “ ¿ Y ahora qué hago?. La experiencia me dice que las personas con las que me he relacionado y saben envejecer, tienen todas ellas un denominador común: Cultivan cuerpo y mente.

Hay que moverse. No se trata de realizar deporte en plan competición, pero si podemos caminar a diario, da igual si llueve, truena o nieva. Hay que hacerlo. La fuerza de voluntad nos ha de empujar a ello y una vez el cuerpo se ha acostumbrado, segrega unas hormonas llamadas endorfinas que nos hacen sentirnos mejor e incluso nos crea una especie de adicción.

Con los años disminuyen las capacidades

La disminución de la capacidad auditiva nos hace sentirnos aislados y excluidos del resto de personas. Hemos de recurrir al otorrinolaringólogo y éste nos asesorará el tipo de audífono más adecuado para el tipo de sordera presente. La utilización de gafas también es necesaria a cierta edad si sufre pérdida de visión. Se ha de realizar visitas periódicas al oftalmólogo  para prevenir enfermedades como el glaucoma o la retinosis pigmentaria. El sistema inmunitario se fortalece con una buena alimentación, ejercicio físico y mediante las vacunas que nos ofrece el sistema sanitario de salud, así prevenimos complicaciones posteriores.

Las arrugas se inician con las dichosas patas de gallo, posteriormente nos salen las arrugas que coinciden con el pliegue del rostro con la risa y en otras personas, pobres, con gestos de amargura. A partir de los cuarenta años, si hemos sido alegres, las arrugas serán fruto de lo que hemos sonreído;  si  somos depresivos, serán más tristes. Siempre se puede recurrir a la cosmética, cirugía plástica, láseres, etc..

Con la edad se puede manifestar colesterol, tensión arterial, glucosa en sangre, etc… Es recomendable realizar una analítica y revisión anual, realizar ejercicio y comer un poco menos y más sano.

Sexualidad en la edad adulta

En cuanto al sexo, no olvidemos que en la edad adulta este se basa en matices, caricias y ternura, más que en el acto puramente físico en sí. Se ha de consultar al médico de forma abierta cualquier problema que se tenga para que realice un estudio de las causas y pueda resolverse el problema sexual. Ante todo no hay que perder la ilusión de poder establecer relaciones con otras personas.

Y para terminar, la función cerebral se ha de estimular como si se tratara de una necesidad básica. Cada cual ha de saber encontrar la manera de estimular su mente disfrutando: estudiando, realizando crucigramas, sopas de letras, escuchar la radio, leer un libro o el periódico, jugar a cartas, al ajedrez, a las damas, etc.

Joana Ruiz Murillo

Delegada de Grupo Retiro en Cataluña

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