Envejecer sin rencor, ¿es posible?

Envejecer sin rencor, ¿es posible?

Matrimonio de personas mayoresNo es tarea fácil, pero hemos de aprender a manejar las emociones

Los seres humanos sentimos la ira, y cuando ésta es constante se convierte en rencor.

Se trata de una emoción negativa que puede repercutir en nuestro estado anímico hasta hacernos caer en una depresión. Además se relaciona con algunos problemas de salud como el insomnio, el estrés, la ansiedad, y debilita considerablemente el sistema inmunológico.

Necesitamos saber perdonar, pero el perdón es un proceso que lleva tiempo y se ha de ser muy consciente de ello. Se trata de tener la libertad para que las acciones y los hechos que ejercen otras personas, dejen de tener poder sobre nosotros.

Perdonar significa recuperar la paz interior y evitar el odio. Pero perdonar no es olvidar. Sabemos que hemos perdonado cuando al recordar una experiencia dolorosa, la explicamos de forma serena y sin malos deseos hacia la otra persona.

Perdonar es aceptar la realidad de los comportamientos inadecuados propios o ajenos y ponerles un límite.

Perdonar significa renovar la relación.

No exige tener que hablar directamente con la otra persona, aunque en ocasiones es importante.  No esperemos a que nos pidan perdón por habernos hecho daño, ya que sufriremos por mucho tiempo. Y no todos los humanos tienen la capacidad de pedir disculpas.

El secreto para no guardar rencor es el perdón. Es una actitud mediante la cual percibimos las situaciones y las personas de forma distinta.

Vale la pena perdonar y perdonarse. Vivir sin rencor, sin odio ni resentimiento.

Para envejecer feliz, uno ha de estar satisfecho con uno mismo y concentrarse en el ahora.

El odio envejece. Preocúpate de desarrollarte como persona para que nadie pueda dañarte.

 

Joana Ruiz Murillo

Colaboradora Grupo Retiro Barcelona

 

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