La crisis impulsa la contratación de la Renta Vitalicia y de la Hipoteca Inversa
Productos financieros contra la crisis
Las fuertes dificultades económicas que vienen marcando la actualidad de estos últimos años han aumentado considerablemente el interés de las Personas Mayores por la contratación de productos financieros-inmobiliarios (Rentas Vitalicias e Hipotecas Inversas), que les permiten obtener ingresos mensuales adicionales utilizando sus viviendas sin renunciar en ningún momento a su uso y disfrute o incluso a su propiedad.
En nuestro país, se estima que el 85% del ahorro de las Personas Mayores está concentrado en sus propiedades inmobiliarias, a las que han destinado con gran sacrificio y esfuerzo a lo largo de su vida la gran parte de sus ahorros, bien a través del pago de la hipoteca, realizando mejoras y/o reformas, adquiriendo una segunda residencia, etc. De tal forma que, el momento de la jubilación suele conllevar una reducción importante de los ingresos anuales, sin que estos se vean compensados por planes de previsión privados de ahorro o jubilación, cuya contratación en España sigue siendo aún muy escasa frente a otros países europeos. Todo ello, junto con un sistema de pensiones públicas que presenta graves carencias e incertidumbre de futuro, hace difícil a nuestros Mayores, ya no sólo mantener el nivel de vida previo a la jubilación, sino lo más importante, cubrir todas las necesidades que se generan en esta etapa de la vida.
Rentas Vitalicias Inmobiliarias vs Hipotecas Inversas
Ante esta radiografía social y económica, no hay otra alternativa, ni sin duda mejor solución, que centrar la atención en la “gran hucha” con la que cuentan los mayores de 65 años en España, es decir, sus viviendas, de las que son propietarios en un 75% de los casos. Por todo ello, en los últimos años han tomado un gran protagonismo las Rentas Vitalicias y la Hipotecas Inversas como instrumentos que permiten convertir en dinero, en rentas mensuales, el valor de las propiedades de las Personas Mayores, bien a través de la transmisión de la nuda propiedad con reserva del usufructo vitalicio en el caso de la Renta Vitalicia Inmobiliaira, o bien a través de la constitución de un crédito con la garantía hipotecaria de la vivienda, si hablamos de una Hipoteca Inversa, en el que el pago de la deuda queda diferido al fallecimiento del contratante.
Pero, ¿cuál es la explicación a que el incremento de la formalización de estos productos se dé precisamente en un momento tan convulso en lo económico y donde hemos asistido a una caída tan brusca del precio de la vivienda? Carlos A. Martínez Cerezo, Presidente y Consejero Delegado de GRUPO RETIRO – GRUPO RENTA VITALICIA MAYORES que fue la primera empresa, que hace ya más de 15 años, inició en nuestro país la comercialización de estos productos dirigidos al colectivo de mayores, considera que “la crisis ha afectado a diferentes fuentes de ingresos de las Personas Mayores, por ejemplo, en los casos en los que tenían segundas residencias o locales destinados al alquiler, o que estaban pendientes de su venta, o bien aquellas otras Personas que complementaban sus reducidas pensiones mediante las ayudas económicas de sus hijos, las cuales han desaparecido en muchos casos o incluso son ahora ellos los que están ayudando a sus descendientes, o sobre todo, la enorme merma que han tenido muchos de nuestros mayores a través de los ingresos que percibían por los intereses provenientes de sus depósitos bancarios”.
En cuanto a la reducción del precio de la vivienda, dato fundamental para la determinación de la mensualidad a percibir por las Personas Mayores en estos productos, desde GRUPO RETIRO se explica que “no ha desalentado la contratación de estos productos, ya que se puede considerar que aunque brusca, es una corrección lógica del mercado después de períodos de elevadas revalorizaciones, y por tanto, las Personas Mayores asumen que tienen que contar con el valor real actual de sus viviendas para comenzar a rentabilizarlas en vida”.
Comercialización de las Rentas Vitalicias y las Hipotecas Inversas
No obstante, Carlos A. Martínez Cerezo señala algunos efectos negativos que la crisis económica ha tenido en estos productos, en concreto, en la Hipoteca Inversa donde “algunas de las Entidades Financieras que ofertaban el producto lo han abandonado o han restringido mucho su comercialización, ya que no ven con buenos ojos un producto que pueda a la larga incrementar su ya abultada cartera inmobiliaria. Asimismo, las Cajas de Ahorros vienen denunciando que se está desvirtuando la finalidad social con la que se inició la puesta en marcha de las Hipotecas Inversas, ya que están detectando que “la solicitud de las mismas responde en muchos casos a la necesidad de ayudar económicamente a los hijos y no de mejorar la calidad de vida de las Personas Mayores a través del aumento de sus ingresos”. Respecto de las Rentas Vitalicias, la inestabilidad en el mercado de la vivienda “ha limitado su comercialización a las casas que estén ubicadas en las grandes capitales y dentro de éstas en las mejores zonas de las mismas”.
En definitiva, y siguiendo a nuestro refranero nacional, no hay mal que por bien no venga, y es que según el Presidente de GRUPO RETIRO, “la crisis ha ayudado a que se conozcan mejor los productos que permiten a las Personas Mayores hacer líquidas sus propiedades inmobiliarias, si bien todavía queda un camino importante por recorrer si nos comparamos con los países europeos o con EE.UU., donde la contratación de estos productos no está ligada a una situación de necesidad o de crisis económica, sino que se contempla tanto por las Personas Mayores como por sus entornos familiares como el mejor plan de pensiones para todos aquellos que han depositado sus ahorros de toda una vida en sus viviendas”.
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