La naturaleza del trabajo de atención sociosanitaria
En primer lugar uno debe reflexionar en la profesión que escoge, el porqué la eligió, cuáles son las cosas que le motivan en el trabajo y qué es lo que nos aporta a diario.
El ámbito laboral es una dimensión fundamental en la vida de las personas. En términos psicosociales trabajar no es tan sólo una fuente de seguridad económica, sino un elemento importante para el desarrollo personal. A través del trabajo obtenemos reconocimiento social porqué ejercemos un rol a la comunidad, establecemos relaciones interpersonales, nos sentimos útiles para los otros, aprendemos y recibimos unas compensaciones que ayudan a la fortaleza de la propia autoestima y del crecimiento personal.
Las profesiones sociosanitarias, como todas las que tienen una función de ayuda a los otros, se caracterizan por una carga vocacional y una implicación elevada que todavía coloca más en primer plano este sentido de identidad personal y social que tiene el trabajo profesional. Podríamos decir que a diferencia de otros trabajos, la asistencia y la atención a la salud de los otros implica buena parte de nuestra persona en el rol profesional.
Esto se debe a que el trabajo socioasistencial se fundamenta en el contacto interpersonal. Es a través de la relación- con los usuarios, clientes, familiares y también compañeros-, que ejercemos el cuidado de los otros.
La salud mental laboral o bienestar profesional es un concepto dinámico en el cual el individuo es capaz de desarrollar su potencial personal, trabajar productivamente y creativamente, construir relaciones sólidas y positivas con los otros y hacer una contribución a la comunidad.
El bienestar mental aumenta cuando una persona es capaz de cumplir sus objetivos personales.
El grado de intersección entre persona y rol en las profesiones sociosanitarias es alto.
Las emociones propias de nuestro trabajo son: el dolor, la muerte, el deterioro, la afectación de las familias, los dilemas éticos que nos plantean los casos que atendemos.
Por otra parte, existe un impacto emocional debido a: la presión socioasistencial, la falta de recursos, la relación con los compañeros y la exigencia de formación continua.
En cualquier caso, trabajar en el ámbito sociosanitario es una elección, y como tal, se ha de saber ejercer. Y si llegado el caso, honestamente crees que no puedes continuar dedicándote a ello, no lo has de considerar un fracaso. Todo está en continuo cambio y los profesionales del sector del que hablo, tenemos derecho a decir No.
Os animo a que reinventéis vuestro rol en la comunidad!!!
Joana Ruiz Murillo
Delegada de Cataluña en Grupo Retiro