Blog Grupo Retiro

Los hobbies de nuestros mayores

4 mujeres mayores sentadas en un banco Pensar antes de actuar

¿Cuántas veces hemos “protestado” porque nuestro abuelo o abuela nos pide para que la llevemos a un sitio? ¿En cuántas ocasiones hemos hecho, justo lo contrario, acceder a sus peticiones con una sonrisa en la cara? ¿Alguna vez les hemos hecho sentir un estorbo? Y, lo más importante, ¿cuántas veces nos hemos sentido mal por haber actuado con desgana ante una petición de nuestros mayores? Quizás, más de las que deberíamos. Algo así como que nos sentimos culpables justamente cuando a nosotros nos pasa algo similar, con la diferencia de que, en la mayoría de los casos, nosotros podemos coger el coche e ir sin rumbo para desconectar o simplemente llamar a ese amigo que nos escucha cuando lo necesitamos; en cambio, nuestros mayores, en muchos casos, no gozan de este privilegio.

Por este motivo, considero necesario reflexionar antes de actuar, pensar antes de decir una palabra mal sonante y, obviamente, respirar profundamente antes de dar a entender a ese alguien importante para nosotros que no queremos cumplir con su petición y que, tajantemente, lo hacemos por obligación. Pongámonos en su lugar. ¿Nos gustaría a nosotros? ¿Es grato que alguien te hable mal sin motivo aparente? No.

Disfrutar de la vida de nuestros mayores

Volvemos, por tanto, a lo mismo. Las mejores cosas de la vida son aquellas que no cuestan dinero; quizás nos estropean los planes, seguramente el día que habíamos planeado para nosotros es el más apropiado para nuestro abuelo o abuela pero, si pensamos fríamente, ¿cuántas veces salen ellos de casa? ¿Es tanto pedir acudir a una misa, a un tanatorio, a comprar ciertas cosas o a tomar un café? Realmente no, simplemente que el egoísmo, tristemente, tiene más presencia en nuestra sociedad de la que debería.

Nuestros mayores nuestro centro de atención

Hoy es un buen día para empezar de cero; para pensar antes de llevar a cabo ciertas acciones; para practicar la sonrisa que tan beneficiosa es para la vida; para hacer sentir a nuestros mayores como esas personas importantes de nuestras vidas; en definitiva, para ser humanos.

Si bien es cierto que cada persona es un mundo y todos tenemos nuestras particularidades, algo de cierto en esta vida es que a nadie le amarga un dulce y que ya demasiada dura se presenta el mero hecho de vivir en muchas ocasiones para que, nosotros, los seres humanos, lo hagamos todavía más complicado.

Carolina Cendal Villaverde

Trabajadora Social

es.linkedin.com/pub/carolina-cendal-villaverde/89/2b0/74/

Share this post