Parkinson: la segunda enfermedad neurológica más común en las Personas Mayores
El Parkinson en el siglo XXI:
En pleno siglo XXI, el Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa con más prevalencia después del Alzhéimer. Sólo en España afecta a más de 120.000 personas. Y es que una de las consecuencias del progresivo envejecimiento poblacional de nuestra sociedad son este tipo de demencias, con alteraciones cognitivas y síntomas conductuales y psicológicos. Afecta a la zona del cerebro encargada del control y coordinación del movimiento, tono muscular y de la postura.
La “Parálisis Agitante” o Parkinson fue descubierto por el Doctor James Parkinson en 1.817. Descubrió que esta parálisis se producía al haber un fallo neuronal en la sustancia negra junto a un déficit de dopamina, un neurotransmisor, causando temblores lentos y rítmicos, rigidez muscular, lentitud de movimientos voluntarios y automático, inestabilidad postural, anomalías al andar y trastorno del equilibrio.
El Parkinson en Personas Mayores es más invalidante:
Al interferir en el movimiento voluntario se trata de una enfermedad que afecta de forma directa en la vida diaria del paciente y de los que le rodean. En el caso del anciano puede llegar a ser más incapacitante aún, al coincidir con otras patologías propias de la edad que también afectan a la movilidad, como la artrosis o enfermedades cardiorrespiratorias que limitan la capacidad de hacer ejercicio. Aunque hay más problemas asociados: trastorno del sueño, dolores de tipo muscular o articular, fatiga y agotamiento crónico, estreñimiento, incontinencia, problemas sexuales, trastornos depresivos y aislamiento social, sudoración excesiva, trastornos respiratorios, de la deglución y oculares entre otros.
La edad media de comienzo de la enfermedad oscila alrededor de los 60 años. Un porcentaje de los afectados no consulta al médico por considerar los síntomas como propios del envejecimiento. Y es que su detección, en sus etapas iniciales, no es nada fácil ya que los síntomas son leves y poco específicos, pudiendo llevarnos a confusión: dolores articulares poco claros, cansancio muchas veces achacado al trabajo, arrastrar un pie al inicio de la marcha, letra muy pequeña y con dificultad para la comprensión y un cuadro depresivo de larga duración.
Etapas del Parkinson:
Varias son las etapas de esta enfermedad. Dos investigadores, Hohen y Yahr, describieron en 1.967 en la revista Neurology, los 5 niveles que hoy en día conocemos. El Estadio 1 se caracteriza por síntomas leves que sólo afectan a una parte del cuerpo. El Estadio 2 son síntomas bilaterales en las extremidades. El Estadio 3 se caracteriza por la inestabilidad postural. En el Estadio 4 ya empieza la incapacidad grave aunque todavía puede mantenerse en pie y andar. Y el Estadio 5 es cuando el enfermo necesita ayuda para todo.
De momento, no existe una solución médica para frenar esta degeneración neurológica. Tomando la medicación adecuada y con terapias de rehabilitación complementarias (fisioterapia, logopedia y terapia ocupacional), puede llegar a frenar su curso. Pero como ocurre en otras enfermedades crónicas e invalidantes, los problemas sociales son tan o más importantes que los biológicos. Es fundamental para los enfermos una buena educación sanitaria, rehabilitación física, terapia psicológica y realizar actividades que eviten el aislamiento social. Imprescindible es mantener una actitud positiva y activa. Una vida social activa mejora el estado anímico y psicológico del paciente y favorece su bienestar. En el siguiente post os hablaré de ello.
No hay que olvidar: ni el paciente ni el familiar deben enfrentarse al Parkinson, sino adaptarse y convivir con él.
Azucena Cuadrado Lorenzo
Trabajadora Social y Profesional de la Tercera Edad
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