¿Qué es la demencia?
La demencia provoca deterioro en nuestra vida
La demencia es un síndrome. Un síndrome es un cuadro clínico, es decir, un conjunto de síntomas y signos producidos por diversas causas.
La alteración de una única función cognoscitiva no es criterio suficiente para el diagnóstico de demencia. La demencia se caracteriza por la aparición y la progresión de múltiples déficits cognoscitivos que incluyen el deterioro de la memoria y al menos uno de los siguientes: afaxia, apraxia, agnosia o alteración de las funciones ejecutivas. Estos déficits han de ser de importante intensidad como para producir un deterioro en la vida profesional o social de la persona.
Características de la demencia
Veámoslos con más detalle cada uno:
- Deterioro de la memoria: la persona inicialmente comienza a olvidar las cosas más recientes pero recuerdan los acontecimientos pasados. De forma progresiva van olvidando elementos del presente hacia el pasado.
- Apraxia: Presentan dificultades en la manipulación. Inicialmente estas dificultades son manifestadas con relación a actividades que implican una alta complejidad (televisión, sacar dinero de un cajero), pero posteriormente se refieren a acciones más simples (afeitarse, abrocharse los zapatos, ponerse la ropa interior), e incluso pueden llegar a ser incapaces de comer (no saber pelar la fruta).
- Afasia: el área afectada es el lenguaje; presentan dificultades para expresarse, como ahora no encontrar la palabra adecuada, y ante esto, puede ser que intenten explicar el significado de la palabra en sí.
- Agnosia: presentan dificultades en el reconocimiento de objetos, personas, lugares. Al no reconocer determinados lugares pueden presentar desorientación espacial, tienen riesgo de perderse; al inicio, en lugares no conocidos, y en fases más avanzadas, en su barrio o incluso en su propia casa. Dejan de reconocer personas (las últimas que dejan de reconocer son las personas más cercanas, normalmente familiares) y en fases avanzadas pueden llegar a hablar con personajes de la televisión, que integran en su vida, o no reconocer la propia imagen en el espejo. En fases más avanzadas pueden no reconocer objetos habituales (intentar comer la sopa con tenedor).
- Alteración de las funciones ejecutivas: en fases iniciales pierden la capacidad de tomar decisiones y en fases más avanzadas de comprender y razonar.
- Deterioro en la vida profesional o social de la persona: todo lo anterior provoca una disfunción laboral (en pacientes activos) y social, hecho que condiciona dependencia, la cual es mayor a más evolución de la demencia. Y es cuando las personas no son capaces de realizar las labores del hogar, administrarse la medicación ni las finanzas (porque no reconocen el dinero ni su valor), realizar compras ni cocinar (qué pueden preparar para comer ni como lo han de hacer).
Deterioro de la capacidad mental
Hablamos de demencia ante un cuadro clínico que comporta un deterioro crónico de las funciones superiores, cognoscitivas, intelectuales y es adquirido (a diferencia del retraso mental) y en presencia de un nivel de consciencia y atención normales (a diferencia del delirium).
Joana Ruiz Murillo
Delegada de Grupo Retiro en Cataluña