¡Todos a bailar!
El pasado mes de Diciembre se celebró en Día Internacional del Tango. No vivimos en Argentina, pero merece la pena que lo celebremos aunque sea casi un mes más tarde. Se instituyó con el objetivo de destacar la importancia del tango en la cultura argentina y en homenaje a la fecha de nacimiento del cantante de tangos Carlos Gardel. El tango es una de las expresiones más características de la cultura Argentina que incluye música, danza y poesía. La comunidad tanguera comprende a músicos, compositores, letristas, cantantes, bailarines, coreógrafos y profesores.
Bailar endurece los músculos, incrementa la flexibilidad, previene problemas de salud y merma las posibilidades de padecer enfermedades crónicas como diabetes, obesidad, hipertensión, depresión, osteoporosis o deficiencias cardíacas. Gracias a la realización de ejercicio durante la tercera edad podemos obtener muchos beneficios en una amplia variedad de áreas del cuerpo, así podemos comentar:
Aumenta la sensación de bienestar general.
Controla el peso del cuerpo.
Rebaja la grasa corporal.
Reduce el riesgo de poder desarrollar diversas patologías como: alteraciones cardíacas, hipertensión.
Disminuye el estrés y el insomnio.
Mejora la salud física y psicológica de forma general.
Fortalece el concepto de autoestima, y de la imagen corporal.
Ayudar a controlar el nivel de lípidos, azúcar en sangre, etcétera.
El baile puede tener otro tipo de ventajas para el adulto mayor. Según el estudio español: “Con la acción de bailar se consigue reducir el riesgo de caídas, uno de los principales peligros para las personas mayores, pues se mejora el equilibrio, la fuerza y la movilidad. Para los mayores que padecen artritis, párkinson o demencia, el baile es un complemento que estimula sus capacidades psíquicas y físicas”.