Vivimos en un cambio constante
La vida es cambio. Cambio de vivienda, cambio de pareja, cambio de trabajo…
Nos pasamos el día tomando decisiones y cada vez que lo hacemos estamos dando lugar a que nos sucedan unas cosas u otras.
Las casualidades no existen. Las cosas pasan por un qué y dependiendo del cómo lo interpretemos y vivamos, nuestro destino se decanta hacia un lugar u otro, sin ser muy conscientes de ello.
A veces nos pasan cosas que no son cosas. Son motivos para tomar decisiones. Quizás nos cuesta más ayudar a decidir a los demás que ayudarnos a nosotros mismos. Y la única razón es que los humanos somos reacios al cambio.
¿Hay que salir de la zona de confort?
Se habla mucho últimamente de que hay que salir de la zona de confort. Y es cierto. A veces es un confort disfrazado que nos lleva a engañarnos. Y es que preferimos pensar que vale más lo malo conocido que lo bueno por conocer. Cuando en realidad, todo lo nuevo nos abre un mundo nuevo de experiencias y de vivencias extraordinarias.
Sólo tenemos que mirarnos a los ojos a diario con la ayuda de un espejo. Nuestros ojos nos hablan, otra cosa es que queramos entender la lectura que nos hace de nosotros mismos. Pero pensad una cosa: todos tenemos días buenos y malos, todos nos podemos levantar un día con el pie izquierdo y no pasa nada, pero cuando constantemente sientes dentro de ti que algo no va bien, haz caso a tu brújula interior.
Nos importa mucho lo que dirá la gente. Sí. No lo neguéis. Y el resto de humanos, lo único que quieren es ver a personas alegres a su alrededor. Personas que te aporten algo nuevo y te hagan sentir bien.
No podemos pasarnos el día renegando que el mundo no va bien, que ya estamos hartos de que se nos tome el pelo, de que esta sociedad no nos ayuda y que vamos de camino al desastre.
Basta ya !!! La vida no es fácil. Hay que luchar y estar despierto para alcanzar nuestros sueños. Tener ganas de aprender y de hacer cosas nuevas. Ser perseverante y constante. Las personas que alcanzan sus metas son de carne y hueso, como nosotros. Se han caído varias veces, pero han sabido levantarse y siguen cayendo, pero sin miedo.
No conozco a ningún ser humano que no haya sufrido hasta conseguir sus propósitos. Pero para ello se precisa ser humilde. Desde la humildad se reconocen los errores y se está predispuesto al cambio.
Porque la vida es un cambio constante…
Joana Ruiz Murillo
Colaboradora Grupo Retiro Barcelona