Vivir sin miedo

Vivir sin miedo

Persona mayor preocupadaBúsqueda constante del ser humano

Nadie encuentra su camino sin haberse perdido varias veces. La vida es una lucha constante, es un vaivén de sucesos, pensamientos y emociones. Pero la desesperanza y la angustia se asocian con la elevación de la hormona llamada cortisol, que puede alcanzar unas cifras un 40 por ciento superiores a las normales. Los niveles altos y persistentes de cortisol, dañan las neuronas, el sistema vascular, el tejido óseo, el tejido muscular y el sistema inmunológico.

Así que las experiencias negativas, nos pueden condicionar, pero no determinar, ya que de esta forma viviremos nuestro futuro como una extensión del pasado.

Recuérdalo siempre: por muy débil que creas ser, por muy endeble y decaído que te sientas… tan sólo necesitas tiempo para conseguir que tus cimientos crezcan, para lograr que tu estructura  madure y tus decisiones sean las correctas en el momento en que las tomas.

La agresividad y la intolerancia

Son consecuencias de nuestro miedo y nuestra sensación de soledad. Cada uno de nosotros ha de decidir el motivo por el cual ha de levantarse cada día, con la ilusión de que ese día merezca la pena ser vivido. La motivación es cosa de cada uno de nosotros. Los demás no son responsables de ello.

La felicidad comienza cuando aceptas que puede ocurrir aquello que parece imposible que ocurra. Es suficiente con borrar los miedos, las inseguridades, las convenciones sociales impuestas, y el deseo de someter al otro.

Antídoto del miedo

Es el amor, si ponemos un poco más de amor en nuestras vidas, nos daremos cuenta de cómo el miedo se desfallece.

Te invito a que pienses en grande y actúes en pequeño y que llenes de frescura, de confianza, de pasión, de valor todos los ámbitos de tu vida.

Joana Ruiz Murillo

Colaboradora Grupo Retiro Barcelona

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