Cuidados sin sujeciones que favorecen a nuestros mayores
Esta reflexión es fruto de la ponencia sobre “Cuidados de Demencias sin sujeciones”, liderada por Fundación María Wolff y CEAFA el pasado lunes 10 de marzo en Barcelona. Mi experiencia como Trabajadora Social que ha vivido en una residencia el proceso, desde el inicio hasta su fin, del Programa “Cuidados sin Sujeciones”, si me hubiesen preguntado hace cuatro años sobre ello, posiblemente diría que era una utopía el querer llevar a cabo semejante proyecto y que de la teoría a la práctica hay un mundo. Y sí, es cierto, hay un mundo nuevo por aprender, por compartir con residentes, familiares, cuidadores informales y trabajadores.
No fue fácil. El principio lo recuerdo con reticencias por parte de algunos miembros del equipo, pero la formación recibida por María Wolff, nos hizo darnos cuenta de que la realidad era otra y que debíamos desaprender lo aprendido y estar dispuestos a aprender un abanico de posibilidades que se nos abría para cuidar con corazón, que no es más que saber ponernos en el lugar del otro y entender el por qué de sus conductas.
Entre otras muchas cosas, aprendí que no podemos etiquetar a la ligera y que ser profesional es también saber leer entre líneas los comportamientos de los residentes, a partir de aquí es posible llevar a cabo un Plan de Cuidados específico para cada uno, porque cada individuo es único, con una personalidad y unas experiencias distintas, que han de ser conocidas para poder prestarles los mejores cuidados.
También nos encontramos con los miedos de los familiares y cuidadores principales. Entre ellos está el de las caídas. Pero haciéndoles partícipe del programa, entrevistándonos con ellos siempre que era necesario, y de forma asertiva, conseguimos cambiar sus puntos de vista y mejoramos la calidad de vida de ellos y de los residentes. La sociedad ha de tomar conciencia de la importancia de regular en personas mayores institucionalizadas o en domicilios, el uso de sujeciones físicas y farmacológicas. Por lo que, para ello es necesario formación. Llevo años impartiendo clases a alumnos que cursan el Certificado de Profesionalidad de Personas Dependientes en Instituciones y Domicilios. Me apasiona mi trabajo porque cada día aprendo algo nuevo y despertar el interés a los alumnos por hacer el trabajo bien hecho es mi único objetivo como profesora. Es necesario que desde las aulas se pueda inculcar esta filosofía de trabajo, de esta forma los alumnos cuando se incorporan al módulo de prácticas en los centros y posteriormente al mundo laboral, les resultará natural el cuidar al mayor sin sujeciones, adaptándose así a la política de la institución.
En definitiva, como muy bien explicó Rubén Muñiz, Presidente de Fundación María Wolff, cuando seamos mayores y tengamos la necesidad de ingresar en un centro hemos de poder verbalizar: “ Elijo esta residencia porque en ésta no me importa vivir.
Joana Ruiz Murillo
Colaboradora Grupo Retiro Barcelona