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 Según los cálculos de la ONU, en el año 2050 el 34,5% de la población española tendrá más de 65 años y el país por lo tanto será el más viejo del mundo, solo por detrás de Japón y de Corea del Sur

Según datos actuales, es más que evidente que la situación no va a mejorar con la salida de inmigrantes (los cuales habían conseguido frenar un mínimo el proceso de envejecimiento) y de aquellos jóvenes españoles en el extranjero.

Desde hace aproximadamente unas tres décadas, se fue produciendo un aumento de la esperanza de vida (de 69,57 a 79,4 años para los hombres y de 75,06 a 85,1 las mujeres), este aumento no fue compensado con los nacimientos, ya que la natalidad comenzó a descender a finales de los años 70. Este descenso se puede deber en gran medida a la fertilidad, ya que debido a los cambios sociales y económicos se puede llegar a producir una revolución reproductiva, además el enjevecimiento se ha ido agudizando, ya que los medios rurales tradicionalmente fecundos han ido adaptando las mismas pautas de comportamiento ante la natalidad que los medios urbanos.

Según  un especialista de la Universidad de la Universidad de Turín “dicho proceso ha sido muy rápido y en muchos aspectos inesperado en el sur de Europa”. Junto a España, Portugal, Italia y Grecia también serán de las naciones más envejecidas en el año 2050 como más de un 30% de mayores de 65 años según fuentes de la ONU, en el lado opuesto se encuentran los países nórdicos, ya que “las políticas de ayuda a la familia tanto económicas como laborales han logrado superarlo y la natalidad cada vez va en aumento”.

Por lo que:

España deberá adoptar medidas que apoyen a mejorar la natalidad, como pueden ser incentivos fiscales, bajas de paternidad y maternidad más largas…Ya que lo importante es ofrecer políticas que favorezcan el empleo y por lo tanto los jóvenes puedan crecer laboral y personalmente, lo que se traducirá en un crecimiento a la larga de la natalidad en España

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