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El auge de los Centros de Día

mujer mayor leyendo un libroCada día son más las personas mayores que acuden a un centro de día, ya sea de ámbito privado o público, pero…

¿Por qué está ocurriendo este aumento en el número de solicitudes de plaza de Centro de Día?

La primera razón del fomento de esta modalidad asistencial es la profesionalización y la presencia de una plantilla multidisciplinar. Los centros que antiguamente ofrecían únicamente actividades de ocio para sus asistentes han empezado a dar un servicio global, en el que la fisioterapia, la psicomotricidad, la terapia ocupacional y la gestión del tiempo libre son los pilares de la atención que prestan.

Otro de los motivos del éxito de estos centros es en referencia a los servicios que prestan. En la mayoría de los Centros de Día se ofrecen los mismos servicios y cuidados que reciben los usuarios del centro en calidad de residentesa tiempo completo. Sin duda esta es una de las principales ventajas que encontramos en los centros que tienen plazas de Centro de Día y de residencia en el mismo recinto.

CENTROS DE DÍA Y DEPENDENCIA

La posibilidad de optar a la modalidad de Centro de Día concertado a partir del Grado I hace más fácil el acceso de los usuarios a esta prestación. Lo mismo ocurre con la Intensidad del servicio, que varía entre 2 y 5 días por semana, según el Grado de Dependencia y las necesidades del mayor.

No podemos obviar que este tipo de centros suponen, en la mayoría de los casos, el primer contacto de la persona mayor con el ámbito residencial; en ocasiones esta prestación será la única que perciba la persona pero en muchos casos supone el paso previo al ingreso en una residencia de mayores a tiempo completo. Este “paso” ayuda al residente y a sus familiares a familiarizarse con el ámbito de los cuidados residenciales y a conocer los recursos existentes en la red de servicios de la Dependencia.

CONCLUSIONES

Los Centros de Día suponen un recurso muy útil para nuestros mayores al permitir que la persona continúe residiendo en su propio hogar mientras que recibe la atención que necesita en relación a su dependencia y necesidades.

En la mayoría de los casos las personas que utilizan esta prestación se muestran muy satisfechas con el servicio ya que su formato y horarios tienden a asemejarse con una jornada laboral o formativa. De esta forma se combina la atención integral al mayor con una “empleabilidad” u ocupación del tiempo de la persona, haciendo que ésta se sienta útil y ocupada, escapando así de la monotonía diaria tan común entre este colectivo. Además no podemos obviar el contacto y las relaciones sociales que se establecen entre los asistentes a estos centros, facilitando la sociabilización de un colectivo social que tiende a ir perdiendo sus redes sociales con el paso del tiempo.

Rubén Yusta Tirado

Trabajador Social

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